viernes, 15 de agosto de 2008

De cómo distribuir riqueza (entre los que más tienen)

Me parece que a nivel nacional el proyecto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con sus errores y sus aciertos, apuesta a una verdadera distribución de la riqueza. Por eso apoyo con convicción este proyecto que me gustaría que se implementara en Córdoba. Con las medidas que tomó Schiaretti está más cerca de un proyecto de ajuste que llevó al país al desastre”[I] textual del intendente de Villa María Eduardo Accastello .

A partir del conflicto del campo, el kirchnerismo instaló desde el discurso el sensible tema de la distribución de la riqueza, olvidado durante años por la dirigencia pejotista, en la que reviste desde hace más de dos décadas el mismísimo Eduardo Accastello, otrora defensor de las políticas económicas de ajuste del período Menem - Cavallo.

Deberíamos definir, entonces, qué es o qué se entiende por distribución de la riqueza y observar si se aplica esta concepción en las políticas públicas. Diremos entonces que para distribuir riqueza se debe pensar en términos no sólo de crecimiento económico sino de desarrollo humano, y dejar de valorar la economía exclusivamente a partir de una línea fijada desde un nivel de ingreso medido estadísticamente , para empezar a medirla también en términos de calidad de vida, de acceso a la cultura, a la educación, a la salud, al trabajo y a la vivienda digna.

Eduardo Accastello, devenido últimamente en hipercristinista, presenta en cada exposición pública sus renovadas convicciones acerca de una verdadera distribución de la riqueza. Pero veamos qué pasa en la ciudad que él gobierna desde hace 8 años, incluyendo los cuatro administrados por su esposa: elijamos una necesidad -o un derecho-: la vivienda.

En Villa María, particularmente, a la par del boom sojero, se desarrolló de manera exponencial ‘la industria de la construcción o el negocio inmobiliario’, cambiando no sólo el paisaje urbano, sino también la morfología del propio negocio. La consecuencia directa fue el incremento en el valor de la tierra y el metro cuadrado de edificación, que contrasta paradojalmente con la falta de acceso a la casa propia de una amplia franja de la población, ya sea por imposibilidad de ahorro, inaccesibilidad a líneas de crédito o la paupérrima oferta de planes por parte del Estado.

La escasez de tierras, la especulación y la revalorización, entonces, circunscribieron el negocio inmobiliario a unos pocos, ávidos de incrementar geométricamente sus niveles de ganancia. Lejos de regular esta situación, el Estado Municipal decidió sumarse a la “explosión inmobiliaria” de un modo “más que interesante”.

En el mes de junio , el gobierno accastellista envió al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza por intermedio del cual transfiere las tierras del ex Aero Club, compradas al Estado Nacional en poco más de un millón cuatrocientos mil pesos (IV), a grupos inversores que tendrán la responsabilidad de montar en el sector, la infraestructura de servicios necesaria para poder realizar los loteos correspondientes, los que quedarán en manos de esas mismas empresas: Es decir que el municipio planifica un negocio inmobiliario que beneficia al sector privado de la construcción, entregando lotes fiscales que por ordenanza habían sido afectados como banco de tierras para futuros planes habitacionales (V), a cambio de obras que son -o deben ser- inherentes al Estado.

La cuestión es que las tierras del ex Aero Club (26 ha) tienen “un envidiable valor de mercado “determinado por la excelente ubicación del lugar, cercano a la Universidad Nacional y de rápido acceso al centro villamariense. Esta situación eleva sólo el valor de los terrenos a unos 70 u 80 mil pesos, precio inaccesible para las más de 4000 familias que hoy demandan una vivienda en Villa María, según datos ofrecidos por la propia Municipalidad[II].

Entonces, la distribución de la riqueza, entendida de esta forma no es ni más ni menos que una distribución entre los que concentran riqueza, perdiéndose la esencia del concepto de los años dorados del peronismo, que era el de un Estado encargado de nivelar las asimetrías sociales. El mismo General Perón decía que "para saber si un gobierno es peronista hay que fijarse en cómo distribuye la riqueza” (II).

¿De cuál distribución de la riqueza está hablando con tanta vehemencia el Intendente Accastello?








[I] http://www2.lavoz.com.ar/08/08/10/secciones/politica/nota.asp?nota_id=229581
II La hora de los pueblos. Juan Domingo Perón .1972.
[II]I Informe de la Secretaría de la Vivienda, Municipalidad de Villa María (2008).
IV Ordenanza Municipal Nº 5626, Mes Enero del 2006
V Ordenanza Municipal Nº 5756, Mes Noviembre del 2006, abrogada en 2008 por Ordenanza Nº 5914.